Construyendo ciencia desde la Catalunya contemporánea

     El mes de enero de 2008 se hizo público el resultado de la primera convocatoria de los nombrados «Starting Grants»creados por el European Research Council (ERC), cuya fundación supuso un paso de primer  orden en el deseo de proyectar con más fuerza las posibilidades de la investigación científica hecha e impulsada en Europa. Como estado, España  obtuvo un 8% de las ayudas concedidas y de estos un número significativo  fue adjudicado a investigadores vinculados a universidades y centros de  investigación de Cataluña.

      El tejido científico que ha permitido alcanzar hitos como los mencionados  responde, en buena mesura, a la tarea que, a lo largo de décadas, una serie de  profesores e investigadores llevaron a cabo a las universidades y en los  centros de investigación, especialmente el CSIC, con el fin de construir un  edificio cientificotécnico que fuera más allá de los estrechos márgenes en los  cuales siempre había sido reducido, a pesar de tentativas tan loables como la  de la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas o la del  Instituto de Estudios Catalanes, ambas instituciones creadas el año 1907 y  que, a pesar de haber nacido bajo signos diferentes, representaron los primeros  pasos para erigir a un edificio científico de primer orden.

      Conocedores de la dura y abnegada tarea que muchos investigadores han  llevado a término a lo largo de muchos años, superando dificultades de todo  tipo, la Residencia de Investigadores CSIC-Generalitat de Cataluña y la  Fundación Catalana para la Investigación y la Innovación organizaron un  ciclo de conferencias bajo el título «La Ciencia y la Cataluña del siglo xx: la  mirada de los maestros», que se desarrolló entre noviembre de 2001 y enero  de 2002, ciclo que quería ser un reconocimiento, modesto pero sólido, a la  tarea que una serie de científicos y profesores habían llevado a cabo a lo largo  de sus dilatadas trayectorias. Nos referimos a profesores como los malogrados  Ramon Margalef y Oriol de Bolós (e.p.d.), al lado de otros como Antoni  Prevosti, Ramon Parés, Carmina Virgili, Joan Vilà Valentí, Claudi Esteva  Fabregat o Carles Bas, cada uno de los cuales tuvo un papel protagonista de  primer orden en el desarrollo y en la consolidación de sus materias.

En definitiva, esta obra quiere ser un homenaje al trabajo de estos  científicos que desde nuestro país han contribuido al avance general del  conocimiento humano de la naturaleza y de la sociedad.

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